Foto John Stanmeyer. World Press Photo 2014
Al girar en la Quinta con la Ciento diez, te atusas con la mano la poca gomina que te queda. Luego escondes instintivamente el móvil en el bolsillo interior del sobretodo antes de adentrarte en Harlem. Dos calles más allá, cerca de Maipú, decides llamar un remís y buscas el celular en el bolsillo del pantalón. Contrariado, compruebas que perdió la cobertura. Con el i-phone en alto, como si quisieras hacer una foto al ojo de la noche, intentas recuperar alguna rallita, pero sabes bien que hasta Las Ramblas no tendrás. Decides guardarlo de nuevo en tu bolso Loewe y continuar en transporte público. Bajas del tranvía cerca del Reichstag. Es entonces cuando el móvil vibra y el whatsapp escrito en árabe te recuerda que la primavera sigue activa. El viento cálido del mediterráneo desplaza el hiyab cubriéndote los ojos. Con la mano izquierda lo apartas y sonríes. Algo está cambiando, piensas antes de entrar en la plaza.
Sigo sin entender demasiado el premio a esa foto, pero tu relato me ha gustado, sí señor. Hipócritas somos muchos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Carlos. No solo eso. a veces, lo malo tiene efectos buenos, y al revés.
EliminarRespecto a la foto, según he podido hablar con un reputado fotógrafo del jurado, estas cosas salen de las vísceras en un primer visionado, y con esta foto todos, sin excepción, dieron al botón verde. Luego cuentan otras cosas y esta foto, me consta que las tenía. Probablemente habían otras muchas tan o más buenas, pero tambien habían muchos gatos, eso también.
Saludos
Menudo viaje, maravilloso.
ResponderEliminarPero, el viajero, ¿se enteró de él o sólo estaba pendiente de su queerido móvil?
Me gustó, y me gustó mucho, pero me quedo con la duda.
Bueno Luisa, en realidad el que viaja és el móvil, y casi seguro que hizo un buen reportaje para Instagram. No sé, lo buscaré. ;)
EliminarGracias por pasar y por venir a la microquedada.
Abrazos
El propósito principal de la vida es ayudar a otros. Si no puede ayudarlos, al menos no nos lastimamos ellos.
ResponderEliminarHola, Xesc:
ResponderEliminarEn la presentación de mi nuevo libro en Madrid, Javier Ximens me regaló "Despojos del REC", lo estuve leyendo y me gustaron tus relatos, especialmente "Mi tesoro".
No quería dejar de decírtelo.
Por cierto, voy a estar por Barcelona el 20.
Un abrazo.