Dispensen que llegue tarde a mi epitafio, pero es que ayer ... estaba muerto.
Heme aquí al fin y eso que por creerme a Punset, pensé que no llegaría el momento de verlo, mas justo en el instante en el que la cuenta atrás llegó a mostrar la nulidad, el frío absoluto, resultó cierta mi muerte que, por muy certificada que sea, no deja de asombrarme.
Siempre creí que este náufrago se acabaría ahogando preferiblemente en un vaso y más de una vez. Resultó sin embargo, no por incierto el final, sorprendente el desenlace. Óbito por empacho de turrones, reza el papel.
No vengan ninguno a verme ni a dejarme mensajes de ningún tipo porque, y disculpen la grosería, no estaré para responder (al menos hasta la próxima comilona).
***
Si me han incinerado,
Por favor, no soplen el polvo
Si me han enterrado,
No paguéis. ¡Que me desahucien!
Se busca resucitador con experiencia demostrable.
Razón (poca), aquí.
Me marcho, después de leer tu epitafio, con una sonrisa enorme, Xesc.
ResponderEliminarHas llegado tarde, es cierto, pero has llegado bien.
Un abrazo.
Jajaja, Xesc, sé que esto no es serio pero me perdonaras las risas es que este epitafio está genial, has llegado tarde, pero has llegado.
ResponderEliminarBesitos
Dicen que a todos nos llega ¿no?
ResponderEliminar¿Hay que dar la enhorabuena por esto de morirse?
Sólo en este caso y de esta manera. Enhorabuena.
Me ofrezco como resucitador, aunque la experiencia es más bien escasa. Hago una oferta de resurección para toda la familia al módico precio de un microrrelato.
ResponderEliminarBlogsaludos
Jaja, ya he visto bastantes y este sin dudas es uno de los más vitales... me recordó a aquel viejo epitafio de Groucho Marx "disculpen que no me levante a saludar"... también hace unos años conocí otro que me gustó, decía "vieron que era cierto que me sentía mal".
ResponderEliminarTe felicito, me encantó, me dibujó una sonrisa. No importa si llegaste tarde porque has llegado de una manera genial, incluso utilizando esa tardanza para fortalecer la entrada...
Un abrazo desde el sur, mientras te vas disfrazando de esqueleto dormido ahí.
Qué bueno, Xesc. Qué cachondo. Y además, nunca es tarde para morirse.
ResponderEliminarAbrazos.
Bueno, hoy que es 28 ya os puedo decir que es una broma, no estoy muerto ... aún. Creo, vaya.
ResponderEliminarSaludos desde el descanso navideño y abrazos a todos-as.
Gracias por dejarme tan hermosas flores en mi tumba cibernética.
Xesc, qué divertido lo de Punset... y los tres epitafios últimos, buenísimos.
ResponderEliminarAcabo de descubrir mi barco en tu margen, ¡muchas gracias!!!!!!!!!!!!
Un fuerte abrazo, feliz año.
Susana, como ya te dije en tus "Rayas", no hay de qué ...
ResponderEliminarGracias por pasar. Me alegro que hayas pillado lo de Punset.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarJeje, si tu llegaste tarde al entierro, mira que yo, que vengo hoy a traerte unos quesos de oveja y me encuentro con que no estás. Lo mejor: la justificación.
ResponderEliminarSolo decirte que como sigas recibiendo premios te van a enterrar —dentro de muchísimos años— en el cementerio de los hombres ilustres.
Venga, me alegro de que andes por ahí, proseando.