Ataulfo Brofílio aguardaba impaciente, a su padre en el aeropuerto y a su hijo en el hospital. Lo hacía Ataulfo Brofílio , en letras negras y gordotas.
Un rumor sordo agitó la playa en que se había convertido el inmenso hall y hubo un intenso y amable intercambio de señores que se llevaron su nuevo marbete. Unos embarcaron, otros volvieron a casa. Todos solos de nuevo con una nueva vida. Ataulfo Brofílio tuvo el tiempo justo para volver al quirófano blandiendo el cartel y ver el cabezón de su Ataulfo Brofílio hijo asomar de entre las puertas del cielo separadas por unos brazos metálicos.
Me gusta ese intercambio, ese relevo de nacimientos con el narrador en medio. Todo el primer parrafo me parece de altura. Me pierdo con que el padre sea el que saque el cartel, normalmente lo hace el que espera. Pero me encantó ese nacer al unísono casi, asomando por puertas separadas y aguantadas en ambos casos. Muy bueno, Xesc.
ResponderEliminarMe quedo con las puertas del cielo separadas por una brazos metálicos, Xesc.
ResponderEliminarMe ha parecido un gran micro, de personajes desalmados, capaces de llamar Ataulfo a sus hijos. ;o)
Un abrazo. Feliz 2012 y mis deseos de las mejores letras para ti.
El mismo nombre, distintas formas de nacer (puede que nacer sea la conclusión milagrosa de un largo viaje, aunque luego de un largo viaje cualquier llegada parece milagrosa).
ResponderEliminarA mí también me confundió un poco lo del cartel, pero creo que se lleva todas las palmas esa poesía despreocupada (despojada de todo lugar común) que ingeniosamente ofrecés en las descripciones del primer párrafo.
Y sobre todas las cosas, genial la comparación y la metáfora de viajar-llegar-nacer,
Un abrazo, gracias por compartir.
Hola Xesc, debo estar muy, muy cansado (ojalá sea eso y no incapacidad intelectual, que también podría ser, pero prefiero creer que no) porque lo he leído tres veces y en todas me he perdido. Hay frases que me gustan mucho, pero no soy capaz de completar el relato.
ResponderEliminarDespués he leído los comentarios (y mis sospechas de que pudiera ser mi propia incapacidad lectora se acentúan) Pues todos los que han comentado han entendido el relato. Cómo ha dicho el amigo Miguelángel en muchas ocasiones, volveré mañana a ver is resuelvo el misterio.
Un abrazo y te aviso, que te pasaré la factura de las aspirinas, porque cabezón cómo soy, (que bíen podría ser de la familia Brofílio) no creo que pueda quitarme este micro de la cabeza...
Me pierdo un poco en la playa, no tengo ni idea de que es marbete (ya lo buscarè). Quizás el hombre debió abandonar el cartel antes de ir a recibir al angelito, pero me ha parecido ocurrente sobre todo el nombrecito, y me he divertido con la historia.
ResponderEliminarFelicidades por los micros, y por que sí.
Buen nuevo año, un abrazo.
Estoy intentando descifrar esta Tradición familiar, me gustan las imágenes que leo y el montón de historias que provoca a esta lectora, no sé si es lo que buscabas, si es así lo has conseguido.
ResponderEliminarBesitos
Hola desde el ostracismo que provoca el no poderse conectar en estos días de descanso.
ResponderEliminarGracias por pasar por esta imagen extraña que os he dejado. Pobre Ataulfo, ¡si os leyera!
Migelángel, siempre tan generoso. Gracias.
Pedro, gracias de nuevo. Imagínate toda una saga de Ataulfos Brofílios como los Buendía. Y es que en ocasiones la cabezonería de la família marca en demasía a la prole.
Juan. Me alegro de leerte comentario en este micro. Realmente viste esa metáfora del nacer y el paso por la puerta del aeropuerto como paralelismo del paso del nieto por la puerta del cielo que tanto le agradó a Pedro. Siempre me ha provocado cierta hilaridad y desconcierto la cantidad de gente que se encuentra en los aeropuertos pegadas a carteles con nombres de personas que no deben conocer. Usé eso como método irracional de transmisión de nombres, de tradición irracional. Evidentemente el nombre y el apellido debían estar a la altura. Gracias.
Fernando. Al menos estuviste ahí, peleando con la cabeza del padre, del hijo y del... Ignoro si captaste ya el sentido o te quedaste con el sin sentido. Saludos.
Antonia. No le busques sentido de literalidad. Quédate con las imágenes que te evoca y que en cualquier caso, nacer es doloroso, pero vivir puede serlo más. Gracias e igualmente.
Elysa, que te gusten las imágenes ya es mucho. Que te provoque historias es más de lo que imaginaba. Me alegro de que así sea. Tampoco le des muchas más vueltas, las tradiciones en ocasiones no tienen mucho sentido. Saludos
Pues a mí me ha encantado, pero he de reconocer que jugaba con ventaja después de leer los comentarios. Tu explicación del aeropuerto es ¡auténtica!. Las imágenes que evoca son palpables, y quiero decir con esto : que tu narrativa en corto es de la que me llega, de la que me hace pensar, de la que puedo tocar.
ResponderEliminarMuy bueno Xesc, y creo que participaste en La Esfera Cultural con un micro anti-navideño en el que aparecía un tal Miguelito, un Papa noel retrasado en sus tareas y un Baltasar que hacía las entregas por adelantado.
Puede que ya hayas votado en "una idea, mucho arte", para elegir las ilustraciones que adornarán los relatos, pero sea como sea, y diciéndote que votes a quien más te guste, te invito a ver la imágen que creé para esa convocatoria de la Otra Navidad.
http://demispalabrasylasvuestras.blogspot.com/2012/01/una-idea-mucho-arte-la-otra-navidad.html
Pues nada más, ¡¡feliz año nuevo!!, y un abrazo des - demispalabrasylasvuestras.
Saludos Laura
ResponderEliminarGracias por pasar y dejar estela. En este en concreto mi intención no era otra que esa. En ocasiones pensar no es sano pero... simpre es provechoso.
Me alegra que te haya gustado.
Gracias de nuevo y saludos de Miguelito.
PD: Pasaré a ver lo de las ilustraciones que me comentas. Espero verte en la edición de los relatos.
Me gustan los detalles pero no el conjunto. ¿Cubismo? Problema mío, seguro.
ResponderEliminarEncuentro el paralelismo falso que te has montado en los nacimientos, pues nadie sale encinta por esos arcos, creo. Los comentarios me aclaran algo, pero lo dicho, no te compre el micro.
Ximens,
ResponderEliminarNo diría cubista, tal vez sea entre deconstructivista y surrealista. O no. En suma, una mezcla extraña de sensaciones muy personales que ya he visto son difíciles de aprehender.
No insistiré en explicarme. Queda claro que soy de la estirpe Brofílio y me empeñé en sacar al abuelo (justito) por la puerta del aeropuerto igual que al hijo del seno de la madre (con fórceps).