Hoy os presento la versión larga del microrrelato ganador del mes de Abril en categoría local de La Microbiblioteca. La versión recortada se puede leer en el enlace de Abril, La Microbiblioteca. Se demuestra una vez más que se puede recortar a lo bonsai sin faltar al espíritu original. Creo. Si os apetece opinar al respecto, pues ya sabéis. Gracias y reverencias.
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El primo de mi mujer es artista. Y no uno cualquiera, no. Pintor de brocha gorda pero fina sensibilidad. Yo no entiendo ni uno solo de los trazos que plasma de forma compulsiva, casi epiléptica, sobre enormes lienzos. Sin embargo, eso no ha sido impedimento para acabar comprando uno de sus cuadros en la última exposición. Gran éxito de público aunque de ventas debo decir que la nuestra fue la única y más bien por cumplir. Por aquello del primer empujón, la confianza de la familia y esas cosas.
Lo hemos colgado en el salón. Que luzca. Una gruesa pincelada gris terrosa que sale de la esquina inferior izquierda y muere a mitad del lado opuesto. Ya está. Le llama Neoposicionismo o Geopositivismo, no sé, pero parece ser que será lo más en el mundo del arte. Dice. Creo que hemos hecho una gran inversión.
El sábado, al levantarme bien temprano me encontré al primo artista en el salón con el caballete y las pinturas trabajando sobre el cuadro. Mi asombro le debió parecer ofensivo porque me dedicó apenas una mirada de soslayo y a modo de tímida explicación me dijo que era una obra abierta, que estaba en permanente creación, metamorfoseándose con su entorno y yo que sé qué más. Yo, por no importunar y llevarle la contraria le hice una taza de café y me volví a dormir para no coartar su capacidad creativa.
Ayer a media noche el timbre insistente del fotógrafo de nuestra boda nos sacó de la cama. Nos hizo vestir de nuevo con los trajes apolillados, improvisó un escenario iluminado en el jardín y empezó a tomar instantáneas de unos novios impasibles pero enamorados aún, eso sí. Dijo que un artista nunca cierra su obra. Pase porque las fotos fueron buenas y nos hizo un buen precio. De amigo.
Ya me pareció un abuso excesivo cuando sorprendí esta mañana a Millás, Marías y Marsé escribiendo como posesos finales alternativos a sus libros editados y que guardo celosamente ordenados en las estanterías de mi biblioteca. Inaudito.
Maldita sea, pero lo que me tiene realmente acongojado es el arquitecto que desde hace media hora sigue tomando medidas de forma incesante y meticulosa por toda la casa.
Hola Xesc, gracias por acercarnos estos dos relatos o variaciones. A mi me gusta más el largo, tiene algunos detalles sobre los que he apuntalado el resto del texto que han desaparecido en el corto. No sé si es por haber leído previamente el largo. Por ejemplo el detalle del caballete, es muy visual, y se me quedó grabado al leerlo, en el corto lo iba buscando, pero desapareció. Los escritores. En fin, que yo voto por el largo -tampoco tan largo-, de largo.
ResponderEliminarY muy bueno, el fondo, los personajes, el título.
Un abrazo.
Gracias por opinar Arte Pun. Estoy de acuerdo contigo. El proceso de poda me dolió mucho por tener que sacrificar algunos detalles. El que más el del caballete. Cierto. Creo que le daba una base real,creíble a través de una imagen muy concreta. Tal vez el viaje del corto al largo sea más recomendable.
EliminarAbrazos
A éste le esperan varios meses de obras, te lo digo yo. A mí los micros me obsesionan pero lo que se disfruta con un texto largo tampoco es para despreciar. Con esta versión larga se aprecian muchos detalles que situan, dan brillo y dan esplendor, sí señor. Me ha gustado muchísimo el original. El título, maravilloso. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Mar,
EliminarEso de que dan brillo y esplendor me suena... Jajaja. Yo también me quedo con eso.
Un abrazo
Como bien dices, el micro ganador no parece un recorte de éste otro, lo que demuestra la maestría del autor. Buen relato.
ResponderEliminarAbrazos de decoradora ¿necesitas una?
Esa era la intención. Que no lo pareciera. Me ha faltado tiempo y apuntalar un par de detalles que quería incluir, pero no me sobró ni un espacio. Como decía antes, la lectura del corto al largo es mejor que al revés. Creo.
EliminarDe momento no pienso en decorar nada de casa. Tal vez la vida. Un poco. Y eso sí que está abierto...
Abrazos
Xesc, no sabía que el relato que leí ayer en la Microbiblioteca era tuyo. Me despistó tus apellidos —que no conocía— y ese Francesc en vez de Xesc.
ResponderEliminarA mí personalmente me gusta más esta versión extendida, aunque si bien es cierto, que en el relato ganador se aprecia el mensaje del mismo, con este de hoy podemos disfrutar más de tus malabares. En definitiva es un relato original, bien hilvanado y que no deja nada a medias.
¡Enhorabuena!
A seguir así.
Abrazos.
Nicolás,
EliminarGracias por sumarte y dar tu opinión. Ya ves, ese soy yo, y viceversa.
Ver que casi todos os inclináis por la versión más detallada me hace pensar que no eran detalles añadidos sin sentido, que en el corto se entienden y sobreentienden y en el largo logré no hacerlos innecesarios. Esa lectura que me acercas me alaba y te agradezco el comentario.
Abrazos
Me gustan todos esos pajaritos que tienes en la cabeza que te hacen escribir estas cosas. Es una obra abierta pero también una retrato de la disociación.
ResponderEliminarEnhorabuena
Saludos varios
pio, pio, pio
EliminarGracias Mei, siempre me haces sentir un poco más cuerdo de lo que estoy. Jajaja
Abrazos
Tschüß
Te leí ayer en la biblio, y ahora mismo lo he hecho aquí. Seré honesta. Tú me pareces mejor. Quiero decir : no te reconocía. Había elipsis en las que me perdía. No veía relación entre el primo, el fotógrafo y menos el arquitecto.
ResponderEliminarLa culpa la tuvo entre otras cosas que no explicabas las razones de los artistas, como lo haces aquí. Lástima que quitaras lo de Millás y los otros escritores, eso me encanta y lo veo más tuyo.
Total que yo prefiero éste sin poda, donde luces en todo tu humor y donde aquí, sí, lo de la continuidad del arquitecto me parece un excelente final.
Cómo lo veo te lo digo.
Sigue siendo tú. Es lo mejor que eres. Un abrazo.
Gracias Antonia por opinar.
EliminarCreo que tienes razón, pero puestos a sacrificar, las razones eran lo de menos así que fue lo primero que quité. En realidad la motivación, por ilógica, quedaba retratada en el resultado. Al final, todo artista, todo creativo debe decidir poner el punto final al proceso de creación, la pintura llega un momento que no admite más pinceladas, la fotografía se agota, la escritura no puede estarse reescribiendo a sí misma eternamente ni la música replanteándose el ritmo o la melodía sin fin.
Esa es la relación, el nexo que queda expuesto por reducción al absurdo máximo en el caso de un arquitecto que no está contento con la distribución de tu casa cuando tú ya vives en ella.
Estoy contigo también en que el relato largo queda más fino aunque creo que se entiende bien y el sentido final es el mismo. Creo.
Abrazos y hasta el viernes
Ja,jja, pues ¡vivan las obras abiertas en creciente ebullición!, pero por favor, que los arquitectos tomen las medidas rapidito, no vaya a ser que llueva.
ResponderEliminar¿Sinceramente? ...pues me gusta más la versión extendida, y claro, ayer al leerlo en la micro, tampoco sabía que eras tú ¡qué despiste!. Enhorabuena por la selección, y creo que al de la biblioteca le falta alguna palabra....o algún engarce como te dice Antonia. Pero bueno, eso es cuestión de lilimento de artista ¡ y a tí te sobra!.
Un besote.
Jajaja. La única obra abierta que me gusta es la de mi propia vida.
EliminarGracias por la doble lectura. Como a Nicolás, te digo que sí, que soy yo y al revés también sirve.
Seguimos con la extended version. De acuerdo con todos. Gracias y un abrazo enorme y enhorabuena por el Liebster Blog Award.
Yo también voto por la versión larga, con ese tono próximo, confiado, que lleva de la mano al lector. Y suscribo lo que ya te han dicho sobre los detalles. La verdad es que creo que a veces más bien deberíamos "desmicrorelatar" un poco, dejar que efectivamente surjan los textos con todo el espacio que merecen.
ResponderEliminarY enhorabuena, claro. Esta semana voy a tres quarts de quinze, pero me alegro igual. Abrazos
Me costó mucho podarlo. Sí. Estoy de acuerdo en que la versión larga (no tanto) en ser la original y ya estar muy trabajada (ya la había escrito y reescrito y podado y repodado) quedó redonda. Sólo que me equivoqué en la medición de los caracteres y... tuve que "micronizar" el micro. En muchos casos no siempre es recomendable.
EliminarDe todas formas, estando contento con la versión larga, no me desagrada la corta.
Gracias Susana. Abrazos
Primero, felicidades, Xesc, que te vi ayer por móvil en La Micro y me hizo una ilusión Barberà, ya sabes. Es un micro buenísimo el que leí allí, y este voy a leerlo ahora mismito...
ResponderEliminarXesc, ayer me hizo mucha gracia, y me encanta la voz del prota, es que casi lo puedo ver, vamos, es que casi eres tú... Pero esta versión me situa mucho más, me explica cosas que ayer se me esaparon (tengo que decir que por las mañanas casi leo a hurtadillas. Me gusta mucho esta ironía que gastas, sobre todo con los grandes artistas del "Geoposicionismo" que se nos "escapa" a muchos.
Felicidades otra vez, Company. Y nos veremos en la final.
Los artistas del Geoposicionismo se me están quejando todos. Ya no puedo acercarme a ningún vernissage. Ni colándome.
EliminarGracias
Abrazos company
Enhorabuena, Xesc. Creo que me inclino por la versión larga, esos tres escritores afanosamente instalados en casa ajena, reescribiendo sus obras, posee una fuerza a la que no quiero renunciar. El relato, una delicia.
ResponderEliminarGracias por opinar y la doble lectura.
EliminarViendo la unanimidad que existe creo que voy a tener que escribir a La Microbiblioteca para que lo retiren o amplíen los caracteres. Jajaja
Es curioso. El detalle de los escritores fue el primero que decidí quitar a pesar que la imagen me seducía. Entre quedarme con el fotógrafo o ese triumvirato decidí por el fotógrafo. Me pareció más creíble de acuerdo con el personaje narrador. No sé.
Lo dicho, muchas gracias.
Abrazos
El corto me gusta y si no hubiera leído este de aquí te diría que mucho, sobre todo por ese final. Pero es que la cantidad de detalles e imágenes que este tiene, como dice Odys, no quiero renunciar. De todas maneras este no tiene nada de largo y aporta mucho al disfrute de la historia.
ResponderEliminarBesitos
PD: Se me olvidaba ¡Enhorabuena!
Qué bien. La lectura del corto a éste hace que éste gane y el corto no desmerezca (es lo que yo quiero entender de lo que me dices).
EliminarGracias Elysa
Besitos
Primero de todo, felicidades. La versión corta me gusta, pero quizás es cierto que ésta añade detalles, detalles y detalles que enriquecen ostensiblemente el texto. Buen trabajo.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias Agus.
EliminarCoincidimos la totalidad de críticos. Este micro tiene esos detalles que le apuntalan y acompañan. La versión corta mantiene el sentido pero pierde ese aroma. Aunque guste, claro.
Abrazos
Crees bien, Xesc. Recortar duele, pero a veces es necesario (¿a qué me suena eso..?). Los dos textos tienen su aquel. Del largo se disfrutan los detalles, del breve,la precisión. En cuanto al resto, me sumo a algunos comentarios previos. ¿A cuáles? A algunos...
ResponderEliminarA seguir así de vivo.
Un abrazo.
Recuerdos que apuñalan la sombra de lo que fuimos, que se hacen el harakiri de forma entusiasta y nos dejan cegados de futuro. A saber.
EliminarMe gusta ese punto encriptado del final del comentario. Imaginaré libremente las adscripciones a los mismos.
Gracias Carlos,
Un abrazo
Jeje, tu obra abierta es muy divertida. Creo que no he leído la versión corta, ahora lo haré. Pero desde luego este relato está muy bien estructurado, con una primera parte, la de la adquisición del cuadro algo más extensa que la segunda parte, pero donde se define con mucha claridad el sentir del protagonista. En la segunda parte se da el giro, aparece lo de "obra abierta" a continuas mejoras, y lo haces con varios ejemplos (pintor y fotógrafo), dando al lector la sensación de surrealismo o paso a los fantástico. Lo del fotógrafo es genial, esa boda sin terminar. Y al final ya me troncho, con los autores consagrados retocando sus novelas. El arquitecto es la puntilla. Bravo por el montaje. Creo que a Gabriel García Márquez le pasaba eso con sus Cien años. Y en general es cierto, ese no saber cuando está finiquitada la historia. Por eso, creo que al publicar (en le blog) yo me libero.
ResponderEliminarVersión corta: Creo que no "se pierde" mucho, es decir que es una buena amputación, pero claro que los grandes autores no aparezcan deja la historia menos universal.
¡Ah!, y felicidades por el reconocimiento en la Micro.
Nos leemos.
En extremo, la búsqueda de la perfección es naturalmente insana. Nada práctica. Posiblemente no exista un punto en el que detenerse. Esa es la única obra en continuo proceso de creación. Nuestra existencia, como individuos y como sociedad.
EliminarComo siempre, tu análisis me resulta muy alentador. Muchas gracias por esa lectura siempre tan sincera.
Gracias
Nos leemos