Tras tu separación, he decidido inmolarme. Con agua hirviendo. Ya no soporto la soledad y oscuridad de este pequeño rincón en el que solíamos vivir felizmente en comunidad. Los demás disfrutan de la compañía de su pareja, de sus caricias, con su vida resuelta por las noches en las que el reconfortante y estrecho abrazo de su compañero de viaje hace más llevadero el sucio y descompasado día.
Ahora lloro acurrucado tu recuerdo. Aquellos sugerentes baños de perfumes exóticos; la ocasión en que haciendo submarinismo te tuve que rescatar de entre las fauces del voraz monstruo de muchas aletas; las incontables ocasiones en las que el calor del sol de la mañana secaba nuestros cuerpos desnudos; las irrepetibles sensaciones flotando entre sábanas húmedas que arremolinaban nuestra piel al calor de nuestra pasión, de nuestro amor.
Porque si esta ocasión es como la anterior, cuando te enredaste con otro, no te podré perdonar de nuevo. No soportaría ver cada noche cómo yaces en un ovillo con él junto a mi desamparo… aunque tal vez, si hay suerte y la de Punto Blanco quedara desaparejada… yo podría… tal vez…
Jeje, Xesc. En la primera lectura no me enteré, me dije, pero qué me estás contando amigo. Ese Punto Blanco qué narices es. Y me llegó el olor. Claro. En la segunda lectura todo se ajusta como un guante de pie. Efectivamente, una alegoría. Mis felicitaciones por tu ocurrencia. La frase "Ahora lloro acurrucado tu recuerdo" me cuenta, algo se retuerce.
ResponderEliminarMás razón que un Santo. Ciertamente, lo jugué a una carta.
EliminarBuen olfato Ximens. En según qué circunstancias esto del Punto Blanco no es un referente y puede despistar.
Se retuercen muchas cosas en una ausencia. En un nuevo encuentro, también.
Abrazos
No vale hacer publicidad gratuíta... je, je, je
ResponderEliminarBuen juego de pies!!!
Un abrazo. Nos vemos mañana.
http://espiralesdetinta.blogspot.com.es/
Nada de gratuita. Un calcetín por visita. Ese es el peaje. Jajaja.
EliminarUn abrazo.
PD: No sé si nos veremos mañana ya que al final es mañana. Ya te diré.
No conozco el anuncio pero ya me imagino. Qué efímero es el amor...
ResponderEliminarTodo es efímero. Sí. El amor sólo cambia de objeto, como un pie de calcetín, claro.
EliminarAbrazo
Una acertada tragicomedia, buen gol.
ResponderEliminarAbrazos
Acertaste Susana.
EliminarTragicomedia pura. Uno se ríe pero en el fondo piensa, jodeeer...
O al revés, dices, qué triste, pero con una sonrisa. Ya no sé.
Abrazos
Xesc, el mundo de los calcetines desde esta perspectiva es muy trágico, pues acostumbrados a vivir en pareja y con la facilidad que tienen en separarse, es frecuente que estos dramas se den. Por lo menos los míos, deben estar los pobres muy deprimidos, los suelo separar con mucha facilidad.
ResponderEliminarBuen vuelta de tuerca.
Abrazos.
Mira, me pasa algo con el mundo de los calcetines que no sé... y es que existe un número fijo de pares siempre desaparejado. Sin embargo no son siempre los mismos. En cada colada se aparean y desaparean dos o tres más.
EliminarDebo reconocer que eso me dio que pensar. Sobretodo cuando constaté que es una ley universal y vale también para la pareja e incluso para mi niño de 19 meses. Ya tiene tres pares desapareados. Hemos hecho un pastel para celebrarlo.
Abrazos Nicolás
Hola Xesc, el drama que cuentas, con la melancolía de su ausencia como único protagonista, lo desparejas en la última frase con ese "Punto Blanco".
ResponderEliminar¿Sabes? ...me gustan muchas frases : las incontables ocasiones, las irrepetibles sensaciones ....yaces junto a mi desamparo...
Buen micro, Xesc. Un abrazote.
Un abrazote Laura.
EliminarGracias por dejar mensaje en el calcetín.
No pillaba lo de "Punto Blanco" (no conocía esa empresa de ropa interior) pero gracias a los comentarios, y en su segunda lectura, me pareció muy bueno y ocurrente el micro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bienvenida Sara,
EliminarComo le comentaba a Ximens, en según qué sitio es posible que la referencia del Punto Blanco no funcione y no sea tan potente. Es cierto sin embargo, y eso buscaba, que en una segunda lectura todo encaja mucho más, como un guante (o calcetín).
Un placer recibir tu botella con mensaje en esta playa.
Un abrazo
Esa alegoría es tan romántica que ahora veré algunas cosas con ojos cándidos. No sé si darte las gracias o culparte...jeje.
ResponderEliminarViva el amor, Xesc.
Un abrazo.
Tranquilo. Está a punto de llegar el verano y todos iremos la mayor parte del tiempo con sandalias y sin calcetines. Se acabó el amor y el sentido bucólico de la pareja. Llegó el calor.
EliminarUn abrazo
Hola Xesc, lo del Punto Blanco me descoloca un poco, deduzco que son calcetines por los comentarios. Pero sí que es muy real el mensaje de ese atisbo de esperanza, por un lado llorando una pérdida o desencuentro y con el otro ojo mirando a la vecina que pasa, con la cual podría uno secarse las lágrimas, y hasta llorar de nuevo.
ResponderEliminarGracias por el relato. Un abrazo.
Desconozco una marca universal de ropa interior o de clacetines que funcione en el cuento. Así que tuve que optar por algo muy cercano. Abrí el cajón y sondeé los cuatro pares tristes que allí se esconden de calcetines y... eran punto blanco. Nomás.
EliminarMe alegro de que te centres en el mensaje de esperanza, bribón.
Un abrazo
Buen quiebro. El mérito es que hasta entonces todo parecía demasiado real. Y el final, aunque podría parecer cómico, afianza la idea del relativismo que intuyo describes, y que siempre me parece trágico, cruento.
ResponderEliminarAbrazos.
Imagino que si hubiera sido demasiado poco creíble o cómico en el inicio no habría tenido garra, no hubiera habido cintura para el quiebro. Traté como dices de dar un plano real en la personificación. El quiebro es además de cómico, como bien dices, una ironía trágica. Lo real suele tener ambas caras. Eso sí, como dice el título y señala Arte Pun, siempre hay esperanza aunque sea para volver a hacer el ridículo...
EliminarAbrazos
Reconozco que me tenías absolutamente pendiente de este "ser" que se iba a inmolar ¿con agua hirviendo? ya he sospechado, pero aún así yo he seguido leyendo sus cuitas hasta llegar a lo de Punto Blanco... ¡vaya tragicomedia!
ResponderEliminar¡Muy bueno, sí señor!
Besitos
Tensión dramática y... al final resulta ser un vulgar calcetín.
EliminarJajaja
Como todos. De usar, lavar, cambiar, desaparejarse... luego te sale un "tomate" y zas. Te sustituyen.
¡Qué le vamos a hacer!
Besitos Elysa
Qué bueno, Xesc. Hasta el final esperando a ver si perdonaba o se inmolaba, qué bueno. Yo tengo un par también desparejaos, que perdieron el amor en la lavadora o vete tú a saber. Y yo intento juntarlos, pero como uno es negro y el otro verde manzana, no quieren. A los calcetines, creo que lo interracial no les va...
ResponderEliminarEa!, me has hecho ya sonreir este martes...
Abrazos.
Prueba de juntarles. Igual te sorprenden. De hecho igual sorprendes tú y creas tendencia. Sería la solución a tanto desaparejamiento. Te pones los primeros que pillas y zas. A la calle.
EliminarAbrazos
Me ha encantado. Hay que ver lo que da de sí la vida secreta de los calcetines. A mí me parece un misterio. El detalle de Punto Blanco no tiene desperdicio y me ha dado la clave de un micro que parecía de desamor humano. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Ahh! Igual lo es y todo y en el fondo nosotros somos calcetines.
EliminarCon esperanzas, eso sí.
Abrazos
cómo me has engañado. Hasta llegar al Punto Blanco. qué buen relato. Ahora miraré los desparejados que tengo en casa, a ver si ocurre algo.
ResponderEliminarUn abrazo
Elena,
EliminarTampoco era la pretensión. Sólo quería generar duda y sorprender. Engañar siempre me suena a que luego viene la demanda ¿no?, a estafa. Y no quisiera estafar. Sin embargo lo etiqueté así, ¡qué contrasentido!
Bueno, cuida de los calcetines, que me han dicho que tienen una vida un tanto díscola.
Abrazos
En cada lavadora en la que entran calcetines al ponerlos en la tendedera siempre hay alguno desparejado, cierto. A mi me sorprende más que no los haya, o sacar quince parejas de calcetines y solo dos desparejados. Siempre pienso que es un complot. Es más, sin darme cuenta, en el cajón también se desparejan, yo los meto ovillados y ellos deciden su futuro allí dentro. Tienen su propia organización social (o amatoria, quién sabe?)
ResponderEliminarMe ha encantado
Abrazos
Es para hacer toda una teoría sobre ellos. ¿Y a dónde van mientras? ¿Qué aventuras viven? A saber Anita, a saber.
EliminarGracias y un fuerte abrazo