Basado en hechos reales. Los nombres de los protagonistas de esta historia no se han cambiado para preservar su intimidad. El autor sí ha cambiado de sexo para confundir.
Ningún botijo ha sufrido daños en la redacción de esta historia.
***
Tanto tiempo hace que no vago por sus calles que me emociono al pisarlas de nuevo. La lágrima, apenas asoma timorata para apreciarlas, se congela.
Cruzo con alguien que no sé quién es. Me lee la jeta. “¿Qué t’ocurre niña?” Yo para zafarme pronto le suelto un “toy acatarrá”.
Sigo deambulando, perdida en recuerdos, antes de dirigir mis pasos a casa de mis padres. Me seco las lágrimas. Recuerdos de infancia, sentados con la peña en ese banco de piedra; columpiándome en el metrónomo de la plaza, invisible ya; trepando de noche por la fachada del Eustaquio para bebernos el agua fresca del botijo que custodiaba celosamente en el balcón (¿para qué necesitamos neveras en esta Siberia que es el pueblo?); las fiestas mayores con sus bailes, y orquestas, y las comparsas…
Cruzo con otro alguien que tampoco sé quién es: “Niña, ¿cómo va ese catarro?”
Foto by Xesc. 2011. Anywhere in the Matarranya.
Versió en català:
(Lo meu poble)
Basat en fets reals. Els noms dels protagonistes d'aquesta història no s'han canviat per preservar la seva intimitat. L'autor sí que ha canviat de sexe, per confondre.
Cap càntir ha patit danys a la redacció d'aquesta història.
***
Tant de temps que no vague pels seus carrers que m'emociono al trepitjar-los de nou. La llàgrima, tot just s’apunta poruga per apreciar-les, es congela.
Creuo amb algú que no sé qui és. Em llegeix la fesomia. "Què et pase, nena?" Jo, per deslliurar-me’n aviat li gito un sec "'tic constipà".
Segueixo passejant, perduda en records, abans d’encaminar-me a cals pares. M’eixuto les llàgrimes. Records d'infància asseguts amb la colla en aquest banc de pedra; gronxant-me al metrònom de la plaça, invisible ja; grimpant de nit per la façana de lo Farriolet per beure'ns l'aigua fresca del càntir que vetllava gelosament al balcó (per a què necessitem neveres a eixa Sibèria que és lo poble?); les festes majors amb los seus correfocs, orquestres i comparses ...
Creuo amb un altre algú que tampoc sé qui és. "Nena, com va eixe refredat?"
Un poco Rulfo ese regreso al pueblo...Me gustó, me gustó. Tanto como tu foto. Tanto como saber que ningún botijo ha sufrido daños (qué invento el botijo).
ResponderEliminarSaludos.
Gran invento el botijo, sí señor.
EliminarY... ya me gustaría a mí regresar a lo Rulfo. Ni se me pasó por la cabeza, pero teniendo en cuenta que para mí es un referente, pues eso.
Gracias por acercarte al pueblo
Desprende un halo de melancolía que suena como el viento en el vacío del pueblo. Una ambientación mágica, emotiva. Me gusta mucho. Pero ya lo sabías, jeje...
ResponderEliminarBesos. Comparto en fb.
Lo sabía. Gracias por compartirlo.
EliminarA mí, el pueblo este, me genera sentimientos ambivalentes. No sé si se ve reflejado en la escena del regreso.
Besos
Tal y como lo describes, bonito pueblo con eso... con sabor a pueblo.
ResponderEliminarTu modo de narrarlo crea "atmósfera", transporta al lector a una de esas calles de piedra (probablemente en cuesta) con el olor a leña de chimenea flotando en el aire frío. Fíjate todo lo que me ha evocado tu texto.
Un abrazo.
Acaba de sentir ese olor a leña en la calle fría y vacía. ¡Ah!
EliminarVeo que sabes de lo que hablamos.
Un abrazo
Qué olorcito a pueblo. Qué bueno verte abriendo la ventana, Xesc. Qué foto tan hermosa, que no conocía. Sí la historia, que ya me gustó mucho en su momento.
ResponderEliminarUn abrazo, Company.
Algún cambio hay, pero la esencia es la misma.
EliminarLa foto es una que hice el verano pasado y me pareció que venía al pelo.
Un abrazo company
Un relato perfumado de morriña que transmite soledad, Xesc, mucha soledad y desasosiego. Es esa atmosfera evanescente que tan bien has sabido crear la que envuelve al lector y le deja el corazón como una uva pasa.
ResponderEliminarMis aplausos, caballero.
Es un placer leerle, aunque no prodigue usted muy poco.
Abrazos,
Lo mismo le digo Sr.
EliminarEse sentimiento ambivalente de morriña, de deseo de recordar y a la vez de huir de su atmósfera asfixiante, en la que pierdes la intimidad y casi la identidad... eso es lo que tiene el pueblo, también.
Gracias por leer.
Abrazos
Es bonito poder sentir esas emociones, me alegro que las disfrutaras.
ResponderEliminarUn abrazo Xesc
No todo es positivo, pero en los pueblos, por fiestas, se pueden liar muy gordas... Jajaja
EliminarUn abrazo Arte Pun.
Xesc, coincido con CDG en que me ha recordado a Pedro Páramo de Rulfo, por esa entrada en un pueblo que parece desierto y no lo está, sus almas siguen vagando. Y ese final en el que atan esa información, muy dada en los pueblos, a comentar hasta el último detalle del nuevo me gusta mucho.
ResponderEliminarMe alegra volver a leerte.
Creo que el relato en catalán gana más que en castellano.
Un abrazo.
Lo mismo que le dije a él; ni se me pasó por la cabeza. Y sin embargo, que os lo haya evocado aunque sea tangencialmente, me resulta muy gratificante.
EliminarSí, en la foto sólo faltaba la sandalia de... Laviejalvisillo!!!! Jajaja
Coincido plenamente contigo. El relato está escrito originalmente en catalán y creo que se nota. El lenguaje pierde la frescura en su adaptación al castellano.
Un abrazo
Yo también toy acatarrá, o se me ha puesto la morriña.
ResponderEliminarAbrazos pueblerinos.
Salú y un kleenex, niña.
EliminarAbrazos
Pues yo he estado muuuuy acatarrada (la semana pasada), y aunque no tengo "pueblo" ni calles que pueda pisar igual que estaban en mi infancia, me quedan un montón de fotografías en blanco y negro y un montoncito de neuronas que de vez en cuando se emocionan al regresar al pasado.
ResponderEliminarAbrazos Xesc, ¡me alegro de volver aquí!.
Laviejalvisillo y yo nos alegramos de verte por aquí, Laura.
EliminarAbrazos
yo también me suelo acatarrar cuando voy a mi barrio, en Valencia. me ha gustado mucho la historia, por lo verídica que es, por lo natural, porque la has escrito con el corazón.
ResponderEliminarMe alegro de volver por aquí.
Muchos besos
Gracias Elena.
EliminarYo me alegro de verte por aquí i de que estés pisando fuerte por el ReC. Felicidades.
...i una forta abraçada.
Pues acatarrá no sé, no, no estoy, pero que me has traido recuerdos de todos esos pueblos en los que disfruté de mi infancia. Tu micro huele a pueblo. Muy hermoso, Xesc.
ResponderEliminarBesitos
Hola Elysa
EliminarSiempre quedarán esos momentos de infancia, todo el día en la calle, corriendo y jugando, las rodillas peladas de tanto caer al suelo, los amigos de verano y los de toda la temporada, las fiestas, el regreso... aunque sean al lado de... laviejalvisillo.
Me alegra "verte".
Besitos
Los pueblos , esos lugares donde nuestros recuerdos cobran vida y nuestra infancia se hace presente.
ResponderEliminarMe alegro que las ideas vuelvan a surgir y queden plasmadas en un relato.
Mucho ánimo linda cabecita.
Gracias por pasar querida anónima.
EliminarEl ánimo se lleva como buenamente se puede. Hay pocas cosas que lo levantan, y esos recuerdos, los amigos, escribir y algo más son de esas pocas cosas.
Hasta la próxima.
El mundo es un pañuelo (para los catarros), los pueblos más.
ResponderEliminarMe alegro por el botijo (animal en peligro de extinción).
Otro abrazo.
Gracias Antonia por tu comprensión. El botijo está muy contento y menea la cola. Te envía saludos.
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